Cómo mantener la motivación personal en el deporte
Empieza un nuevo año, el verano se acerca o vuelves de vacaciones. Uno de tus planes es apuntarte al gimnasio o hacer ejercicio por tu cuenta. Te compras el equipamiento necesario con mucha ilusión y haces una planificación detallada de la que será tu rutina. Una primera semana muy dura, una segunda semana costosa… Al cabo de un mes ya no has vuelto al gimnasio, ni has salido a correr. Necesitas una gran motivación personal que te anime seguir.
Matricúlate en el curso en coaching deportivo y aprende qué técnicas sirven para potenciar la motivación en cualquier disciplina deportiva.
Índice de contenidos
¿Qué es la motivación personal?
Se podría decir que, normalmente, estamos en un estado neutro de motivación. Trabajamos, estudiamos o nos encargamos de tareas familiares y del hogar. Nuestra vida es rutinaria, con sus más y sus menos. A la hora de hacer deporte, esto no deja de ser así. Cumplimos con nuestro plan de ejercicio y alimentación, sobretodo al principio. Pero a medida que pasan los días, sentimos que nuestro humor decae. Tal vez nos hemos acostumbrado, o nuestra mente nos juega una mala pasada. “Hoy no, estoy cansado”. “He llegado tarde de trabajar”. “No me veo con fuerzas y tengo más cosas que hacer”. Y así, día tras día, aplazamos ese compromiso que nos habíamos planteado con tanta fuerza.
Pero no te preocupes, la motivación no es un tarro de proteínas que tiene fin. La motivación personal la podemos trabajar día tras día, especialmente cuando nuestro estado mental es más bien negativo y perezoso.
Consejos para mantener la motivación personal al máximo
A continuación facilitamos una serie de consejos profesionales sobre cómo mantener la motivación a nivel personal.
1. Objetivos realistas
Perder 20 kilos, tonificar el cuerpo o aumentar de peso a base de músculo no deja de ser una motivación. Una motivación que traducimos como objetivo. Debes ser consciente de que cada objetivo que te propongas necesitará su tiempo para lograrse. Plantea metas realistas, adecuadas al tiempo del que dispones, así como los recursos. Si te enfocas en el final y no en el camino, probablemente te frustres y abandones.
2. Disfruta de las sensaciones
No hay nada más placentero e interesante que descubrir tu cuerpo. Analiza qué sientes cuando entrenas. Probablemente estés algo cansado, sí pero, ¿eres feliz?, ¿sientes tus músculos trabajando?, ¿te gusta la sensación de llevar el esfuerzo al máximo?. De la misma forma que descubres tu cuerpo durante el entrenamiento, piensa en el post. ¿Cómo te sientes tras haber cumplido con tu rutina?, ¿has liberado tensiones?, ¿estás pensando en aquello que tanto te preocupaba hace unas horas?. Prueba a escribir tus emociones positivas y, los días que menos motivación tengas, ¡léelo!
3. Haz un seguimiento de los resultados
Te lo adelantamos desde ya: no vas a ver resultados en una semana. Es prácticamente imposible. Como mucho te sentirás más ligero, más deshinchado. Tal vez te duela todo el cuerpo, pero es normal. Para ver resultados, visibles de verdad, vas a necesitar de tres a cuatro semanas. Muchas personas se toman fotografías para luego realizar una comparación. Es una buena forma de ver lo que has avanzado y mantener tu motivación de forma constante.
4. Márcate mini desafíos cada día
Una sentadilla más, una mancuerna más pesada, cinco minutos más corriendo… Plantearte retos a ti mismo es una excelente forma de mejorar tu marca personal y demostrar a tu mente que, a pesar de que ella diga “no puedo más”, tú sabes que tu cuerpo sí puede. Te sentirás fuerte, poderoso y muy motivado.
5. No lo hagas solo
Practicar deporte con amigos es una actividad super divertida y os unirá. Podéis competir, plantear retos conjuntos, hacer ejercicios con la ayuda del otro… Invita a un conocido al mismo gimnasio o a salir a hacer deporte al aire libre. Verás como te sientes más motivado, alegre y, además, ¡estrecharéis lazos!