Qué es la astenia primaveral y cómo prevenirla
En un par de semanas llega la primavera y, con ella, todo lo bueno: empieza a hacer más calor, los días se alargan más, las cañas sientan mejor… Sin embargo, también damos la bienvenida a la odiada alergia primaveral, que complica la vida a muchas personas. Hoy vamos a hablar de este tipo de alergia y de qué forma afecta a quienes la padecen. También te daremos algunos trucos para tratar los efectos de la alergia de primavera, ¡no te lo pierdas!
Accede al postgrado en homeopatía y alergias y aprende los beneficios de las plantas medicinales y sus principios activos para reducir las alergias.
¿Qué es la alergia primaveral?
La alergia primaveral afecta entre el 10 y el 15% de la población. Este tipo de alergia es estacional y suele tener lugar entre los meses de marzo y julio o agosto. La principal causa por la que se produce este fenómeno es la polinización. En primavera, la concentración de polen del aire es muy alta; cuanto más intensas hayan sido las lluvias y cuanta más calor haya hecho, mayor será la polinosis. Podríamos afirmar, por lo tanto, que debido al aumento de las temperaturas globales este fenómeno es, en la actualidad, mucho más notorio.
Los síntomas de la alergia primaveral son los siguientes:
- Estornudos frecuentes.
- Picor nasal.
- Mucosidad transparente, líquida y continuada.
- Rinitis.
- Congestión nasal.
- Conjuntivitis: enrojecimiento, picor y escozor en la zona de los ojos.
- Crisis asmáticas e insuficiencia respiratoria.
Prevención y tratamiento de la alergia de primavera
El objetivo de las medidas preventivas contra la alergia primaveral es reducir el contacto con el polen y minimizar la exposición a los ácaros. Para ello, podemos hacer uso de algunos trucos, la mayoría de ellos sencillos y a coste cero.
- Mantener las ventanas cerradas durante las horas de sol. Al atardecer, cuando el sol haya bajado, hay que ventilar mínimo 10 minutos. Procura no hacerlo si hace mucho viento, ya que el polen del aire podría acabar dentro de la casa.
- Evitar zonas verdes como parques, jardines o bosques. Asimismo, reducir la actividad al aire libre.
- Utilizar gafas de sol y colirio para humedecer los ojos.
- Tender la ropa en el interior de casa para reducir la presencia de polen en la ropa.
- Limpiar el hogar con frecuencia; a ser posible, cada día. El exceso de polvo también puede causar alergias y crisis asmáticas.
- Cambiarse de ropa al llegar a casa y echar la ropa usada a lavar.
- Mantener una humedad ambiental inferior al 60% y una temperatura menor de 24 grados.
- Si se es fumador, dejar de fumar, ya que agrava los problemas producidos por la alergia.
El tratamiento de la alergia primaveral puede ser farmacológico cuando sea necesario. Para ello, es imprescindible consultar al médico de cabecera o a un profesional capacitado para recetar y administrar medicamentos contra la alergia. En algunos casos, las alergias primaverales pueden derivar en crisis asmáticas o insuficiencia respiratoria, por lo que la administración de broncodilatadores es habitual. También se suelen administrar colirios para la conjuntivitis y descongestivos nasales para la rinitis, entre otros. Importante: ¡no automedicarse!