Qué hacer para gestionar la ansiedad en el trabajo
Este último año, y más aún con la crisis del coronavirus, se ha hecho visible un problema de ansiedad en el trabajo a nivel generalizado. Esta puede tener diversos orígenes, pero sea cual sea, puede jugarnos muy malas pasadas si no aprendemos a controlarla. Hoy os vamos a explicar algunas medidas y consejos para prevenir la ansiedad laboral.
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Índice de contenidos
Origen de la ansiedad laboral
La ansiedad laboral puede surgir por muchas razones, que a veces no tienen nada que ver con el trabajo; pero nos acompaña durante toda la jornada, perjudicando nuestro rendimiento e, incluso, la relación con los compañeros y compañeras. Sin embargo, las causas más comunes de ansiedad en el trabajo tienen que ver con las condiciones laborales; por lo que un buen ambiente de trabajo y unas buenas prestaciones es lo primero que hay que garantizar.
- La falta de conciliación entre la vida laboral y personal es, en la actualidad, una de las principales causas de ansiedad. Así mismo, los horarios de trabajo estrictos y poco flexibles, que no permiten organizarse el tiempo de ocio y otras actividades del día a día.
- Mala organización en el trabajo. En ocasiones, el mero hecho de no desconectar también causa estrés laboral.
- Falta de comunicación en el trabajo, tareas poco claras, excesivamente complicadas y con falta de apoyo.
- Alta exigencia laboral sin nada que lo compense. Y, aunque hubiese una buena compensación, eso no quita que las personas no pueden atender a todas las demandas habidas y por haber. El perfeccionismo en exceso también puede ser un agravante.
- Mobbing o acoso laboral.
Efectos de la ansiedad en el trabajo
La ansiedad en el trabajo puede producir los mismos síntomas físicos que un cuadro de ansiedad generalizado por otras razones: nerviosismo, taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, dificultad para respirar, sensación de mareo, molestias estomacales, etcétera. También comparte los síntomas psicológicos y sociales, como el aislamiento, la irritabilidad o la despersonalización. A continuación, mostramos algunas de las consecuencias más notables que tiene la ansiedad laboral:
- Dificultad para concentrarse y trabajar sin distracciones constantes. Los bloqueos también suelen ser habituales, de modo que quien padece ansiedad se ve incapacitado para avanzar en sus tareas.
- Cansancio y agotamiento constante.
- La comprobación obsesiva de tareas también puede darse en casos donde el perfeccionismo y el miedo a equivocarse son los protagonistas.
- La preocupación excesiva es uno de los síntomas más comunes. Quienes la padecen viven en constante tensión. Esto empeora la relación con los compañeros, ya que produce malestar a diversos niveles.
Cómo prevenir la ansiedad laboral
Como hemos podido ver, algunas de las razones que producen ansiedad en el trabajo pueden tener relación con las condiciones del mismo: los horarios, la relación con los compañeros de trabajo, las responsabilidades a cargo, etcétera. Por ello, lo primero que podemos hacer es tratar de mejorar nuestras condiciones laborales en la medida de lo posible. Aunque puede resultar complicado para muchas personas, cambiar de trabajo sí es una opción cuando nuestra salud mental está en riesgo.
Para prevenir la ansiedad laboral también podemos poner en marcha algunas medidas que pueden ayudar a reducir la sensación de estrés, angustia e inseguridad.
- Ser conscientes de nuestra situación personal y laboral nos ayudará a identificar el origen de la ansiedad. La capacidad de análisis y reflexión nos ayudará a pensar con calma y a tomar las acciones adecuadas.
- Organizar mejor el tiempo. Se recomienda crear un cronograma con las tareas que hay que realizar cada día para ser conscientes del tiempo que necesitamos dedicarle a cada una de ellas. Esto también nos ayudará a organizar nuestro tiempo de ocio y otras actividades.
- Practicar ejercicio físico, ya que mejora nuestra salud física y mental. Además, ayuda a combatir la ansiedad y a desconectar del trabajo. Descansar también es esencial.
- Evitar el sentimiento de culpabilidad por no poder llegar a todo o por disfrutar del ocio sin pensar en el trabajo. Las personas no podemos dar siempre el 100%. Además, tenemos derecho a desconectar y a disfrutar de nuestro tiempo libre sin remordimientos.
- Mejorar las habilidades sociales y aprender a decir no. Trabajar la resolución de problemas y la identificación de factores que pueden generar conflicto.