Hilos tensores: un tratamiento estético para rejuvenecer la piel
¿Has oído hablar de los hilos tensores? Con el paso de los años, la pérdida de elasticidad en la piel se va haciendo más evidente. Esto ocurre cuando el tejido epidérmico va disminuyendo la producción de colágeno y elastina. Es entonces cuando comienzan a aparecer las arrugas, las líneas de expresión y la flacidez en el rostro. Para poner solución al paso de los años, la medicina estética pone a nuestra disposición diversos tratamientos enfocados al rejuvenecimiento facial, como son los hilos tensores. Así que, ¿te gustaría saber más sobre sus usos y beneficios? Pues sigue leyendo, porque te lo contaremos en este post.
Estudia ahora el máster online en medicina estética y especialízate en tratamientos faciales.
Índice de contenidos
¿Qué son los hilos tensores?
Aunque los hilos tensores se han hecho conocidos en los últimos años, hace mucho tiempo que ya se empleaban hilos de oro con el objetivo de tensar la piel. Aun así, el método que se emplea actualmente no tiene ninguna relación con el que se usaba en aquellos tiempos. Los hilos tensores, también conocidos como hilos japoneses o hilos mágico faciales, destacan en medicina estética por tener la capacidad de tensar la piel usando una técnica segura y que no requiere intervención quirúrgica.
Se trata de hilos finos que se crean mediante materiales biocompatibles, como la polidioxanona, que es antialérgico y reabsorbible. Su aplicación se lleva a cabo por debajo de la piel, creando una red vectorial que pueda actuar como soporte ante las zonas, situándolas a un nivel más elevado.
¿Qué tipos de hilos japoneses hay?
Existen diversos tipos de hilos faciales que pueden utilizarse con el objetivo de conseguir el rejuvenecimiento facial y corporal. Cada uno de los siguientes tipos de hilos brindan resultados diferentes y están hechos de materiales distintos. Seleccionar uno u otro siempre dependerá de la opinión profesional y de las necesidades de los pacientes. Así pues, estos son:
- Hilos tensores multifilamento: se diseñan a partir de varias hebras, logrando resultados de relleno armónico y con un efecto natural. Suelen utilizarse para la zona de los labios, sobre todo como tratamiento antiarrugas.
- Hilos espiculados o dentados: el hilo tiene un acabado serrado y mantiene un mayor agarre en la dermis. Se aplican en partes del rostro donde exista mayor flacidez, como el cuello, las mejillas y la mandíbula.
- Hilos tensores monofilamento: su composición se basa en una sola hebra, por lo que es el más fino. Su uso está enfocado mayormente en la corrección de la flacidez de la papada. De todas formas, aunque no es lo más frecuente, este tipo de hilos pueden emplearse en otras zonas corporales, como los brazos, glúteos, abdomen o el pecho.
¿Cómo se aplican los hilos tensores?
¿Te imaginas hacerte un lifting facial sin tener que recurrir a la cirugía? Esto es exactamente lo que se logra con los hilos tensores. Su aplicación se lleva a cabo a través de pequeñas incisiones en partes estratégicas de la zona en la que se quiera obtener el rejuvenecimiento. A través de estas incisiones se colocan los hilos y se desplazan hasta que estén situados en el tejido de la zona deseada. Tras tener el hilo en la posición esperada, se retira la aguja.
¿Y cuántos hilos deben colocarse? Esto va a depender del tamaño de la zona en la que se esté realizando el tratamiento. Por ejemplo, en el caso de hacerlo en el rostro, la cantidad suele rondar entre los 6 y 15 hilos tensores. El proceso es tan sencillo e indoloro que no se necesita ninguna clase de anestesia. Además, la duración del tratamiento no suele superar los 30 minutos. Si se trata de una zona más amplia, como es el caso de los tratamientos corporales, es recomendable que se lleve a cabo en más de una sesión.
¿Cuánto tiempo dura el efecto de los hilos tensores?
Estos hilos mágicos están diseñados con materiales reabsorbibles y antialergénico, como ya sabes. Tras finalizar la sesión, los hilos no se perciben visualmente y consiguen un resultado natural. Este tratamiento suele durar entre 12 y 18 meses, pudiendo disfrutar de los resultados durante más de un año.
Asimismo, es importante saber que, tras haber recibido la sesión, se puede seguir con la rutina con total normalidad y no se tienen molestias o dolores. Aunque sí que se puede dar una pequeña inflamación en la zona tratada o incluso la aparición de algún hematoma, pero desaparecen a los pocos días.
Beneficios y contraindicaciones de los hilos japoneses
En medicina estética, el tratamiento con hilos tensores está siendo demandado por hombre y mujeres que tienen interés en tener la piel más firme y luminosa, sin pasar por el quirófano. Y es que además de ser un tratamiento no invasivo, también destaca por:
- Ser un método seguro y que se va absorbiendo poco a poco al pasar de 6 a 12 meses.
- Fomentar la producción de nuevo colágeno en la piel, mejorando su elasticidad y previniendo la apariencia de pliegues y arrugas. También estimula el ácido hialurónico y la elastina.
- Poder combinarse con otros tratamientos, consiguiendo mejorar aún más los signos del envejecimiento.
- Reafirmar la piel sin dejar rastro de marcas.
- Ser un proceso mínimamente invasivo y que no necesita más de media hora.
Por otro lado, aunque los hilos tensores no producen ningún efecto adverso, sí que es recomendable conocer las restricciones de uso que existen sobre este tratamiento. Así pues, este tratamiento estético no está recomendado en:
- Personas que padecen alteraciones en la coagulación de la sangre o que toman medicamentos antiinflamatorios, anticoagulantes u otros relacionados. Algunas de las consecuencias derivadas del tratamiento pueden ser la aparición de hematomas.
- Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
- Personas que padecen infecciones, inmunodeprimidas o sin colágeno.
- Flacidez extrema en la piel. Si la piel se encuentra demasiado flácida, este tratamiento no es la mejor vía para mejorarla.