¿Cuáles son los fundamentos de la terapia Gestalt?
Dentro del campo de la psicología existen diversas corrientes que tratan de comprender la mente humana de formas distintas. Una de estas es la terapia Gestalt, perteneciente a la Escuela de la Gestalt y se engloba en el marco de la Psicología Humanista. Este tipo de psicoterapia, influenciada por el psicoanálisis, la filosofía existencial y oriental y el psicodrama, enfatiza la autorrealización del ser humano y afirma que todo lo que percibimos es una experiencia unificada.
Especialízate en terapia Gestalt con el máster online en psicología holística.
Índice de contenidos
¿Qué es la Escuela de la Gestalt?
La Psicología de la Gestalt es una corriente de la psicología moderna nacida en Alemania a inicios del siglo XX, de la mano de Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin; y enmarcado en la Psicología Humanista. La Gestalt se centra en las vivencias subjetivas de cada individuo y valora aspectos como la toma de consciencia y el desarrollo personal. Esta corriente psicológica considera el ser humano como un ser capaz de desarrollarse de forma libre y autónoma. No se centra ni en la conducta observable de las personas ni en los aspectos negativos de la mente humana.
Una de las frases más conocidas de la terapia Gestalt y que resume parte de sus fundamentos es “el todo es mayor que la suma de sus partes”. Con esta oración, la psicología de la Gestalt niega que exista un “todo” compuesto por partes o datos que vamos recopilando; sino que trata de explicar que todo aquello que experimentamos es una figura completa y entera. Por ejemplo, cuando se trata de ilusiones ópticas, no somos capaces de ver dos o más imágenes superpuestas a la vez; nuestros sentidos captan la figura en su forma global.
¿En qué consiste la Terapia Gestalt?
La terapia Gestalt subraya la forma en la que formulamos experiencias en nuestra mente, más allá del contenido de estas experiencias. La importancia viene dada por la forma en la que algo se experimenta; es decir, aquello que ocurre realmente no tiene importancia. Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿qué te ocurre?”, deberíamos preguntar “¿cómo te ocurre y cómo lo experimentas?“.
Atención en el presente
El aquí y ahora es uno de los principales fundamentos de la terapia Gestalt. Dado que percibimos las experiencias como un “todo” al completo, la idea del futuro y del pasado no son más que proyecciones del presente. El mindfulness y la meditación son dos prácticas que pueden ayudarnos a conectar con el presente y a dejar pasar los pensamientos.
Toma de consciencia
Igual que en el mindfulness, la terapia Gestalt busca que el individuo tome consciencia de lo que percibe en cada momento y sea capaz de reconocer las sensaciones y emociones que experimenta. Gracias a ello, tendrá mayor poder de decisión y de adaptación a los cambios.
Aceptación
La terapia Gestalt busca la aceptación de la experiencia presente, que únicamente puede ser aceptada si se toma consciencia de las sensaciones y emociones que ocurren en ese preciso instante. Si estamos tristes, enfadados o alegres, el primer paso es tomar consciencia sobre dicha emoción para, posteriormente, poder aceptar su existencia. Cuando no somos capaces de aceptar la experiencia, las emociones o los sentimientos se atascan, produciendo un gran malestar a nivel psicosomático. Esto puede dar lugar a problemas de comunicación y, en el peor de los casos, trastornos de ansiedad o estrés, entre otros.
Responsabilidad
Cuando el individuo es capaz de prestar atención al presente y tomar consciencia sobre este, tiene que asumir las consecuencias de la experiencia. La responsabilidad del ser humano recae en la aceptación de los errores y de los riesgos; pero también la aceptación de los aspectos positivos.
La irresponsabilidad, por otro lado, es considerada fruto de una ilusión y de la negación del presente, que nos lleva a negar la toma de consciencia. Por esta razón, uno de los principales objetivos de los profesionales de la terapia Gestalt es que las personas se responsabilicen de sus actos y de su forma de percibir la experiencia.