Todo lo que debes saber sobre la toxina botulínica
La toxina botulínica, también conocida como botox, tiene numerosos usos; entre ellos, el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas y como producto cosmético para tratar las arrugas de la cara. Si quieres saber qué es este componente, cuáles son sus usos y sus posibles contraindicaciones, ¡sigue leyendo!
Si quieres aprender más sobre estética y ampliar tus conocimientos, fórmate con el máster online en medicina estética y tratamientos faciales.
Índice de contenidos
¿Qué es la toxina botulínica?
La toxina botulínica, conocida como botox, es uan neurotoxina proveniente de la clostridium botulinum, una bacteria que, en grandes cantidades, puede ser venenosa y provocar parálisis muscular progresiva. La enfermedad causada por esta toxina se llama botulismo, y sus síntomas son sequedad bucal, náuseas y vómitos.
Sin embargo, la capacidad de esta toxina para provocar parálisis muscular se utiliza, desde el punto de vista clínico, para el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas que causan hiperactividad muscular. Además del ámbito médico, la toxina botulínica se utiliza también en el ámbito de la estética. Cuando se inyecta en pequeñas cantidades, bloquea algunas de las respuestas nerviosas que produce la contracción muscular. Cuando los músculos se relajan, se reducen las arrugas. Este efecto tiene una duración de entre 3 y 6 meses. Posteriormente, los músculos se reactivan y las arrugas vuelven a aparecer.
El botox, junto con los hilos tensores y el ácido hialurónico, es uno de los tratamientos estéticos no quirúrgicos con mayor demanda en el mercado. Está indicado, especialmente, para el tratamiento de arrugas, el rejuvenecimiento facial y la corrección de la flacidez en el rostro y en el cuello.
¿Cómo se pincha botox?
En el ámbito de la estética, la toxina botulínica se inyecta en pequeñas cantidades con una aguja muy fina. No requiere anestesia; sin embargo, algunos médicos aplican una crema anestésica antes de empezar. Dado que la duración del tratamiento es de 3 a 6 meses, el paciente tendrá que volver a realizar una infiltración pasado este tiempo si desea mantener la efectividad del tratamiento. El botox se aplica, principalmente, en la mitad superior del rostro, el entrecejo y las patas de gallo.
Antes de realizar el tratamiento, hay que hacer un examen oftalmológico completo y un examen de la zona palpebral y periocular. Además, se tomarán fotografías del antes y del después del tratamiento para comprobar la eficacia de este. En algunos casos, puede que las arrugas no desaparezcan. Por esta razón, es importante que el médico realice un análisis previo e informe al paciente de las diversas opciones que tiene.
Tras el tratamiento, el paciente no puede acostarse hasta pasadas, al menos, 4 horas. Durante las primeras 24 horas, además, no debe practicar ejercicio físico ni someterse a tratamientos de rayos UVA, saunas o masajes faciales. Los resultados de tratamiento pueden apreciarse pasados 4 días, y desaparecen de forma progresiva a lo largo de los meses.
Efectos secundarios de la toxina botulínica
Los efectos secundarios más frecuentes del tratamiento con toxina butolínica son los siguientes.
- Dolor de cabeza.
- Irritación, lagrimeo o enrojecimiento de los ojos.
- Enrojecimiento o aparición de moretones en el área donde ha realizado la inyección. El consumo de alcohol, así como la ingesta de aspirinas o anticoagulantes, aumentan la probabilidad de que aparezca enrojecimiento y moretones.
- Ptsosis o párpados caídos. Es un efecto secundario poco frecuente, pero puede suceder. Este efecto debería desaparecer en un par de meses.