La divina proporción y su relación con la medicina estética
A lo largo de la historia hemos oído hablar de la divina proporción, un concepto que supone que la perfección y la armonía está regida por las matemáticas y, en concreto, la geometría. Este concepto se puede aplicar en diversos campos como son el arte, la arquitectura, la pintura, la fotografía y, en nuestro caso, la medicina estética. Hoy explicaremos qué es la divina proporción y qué relación tiene con la medicina estética.
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¿Qué es la divina propoción?
La divina proporción es conocida también como número áureo o número de oro, razón áurea o razón dorada y proporción áurea; y corresponde a 1,618034. Este número, el cual es algebraico irracional, se representa con la letra griega phi, en honor al escultor griego Phidias, o la letra tau. Fue descubierto en la Antigüedad, y no constituía una unidad o cantidad, sino una relación o proporción.
Fibonacci creó lo que conocemos como la Sucesión de Fibonacci, una serie numérica: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, etc. En esta serie de números, la suma de dos números consecutivos siempre da como resultado el siguiente numero. Por ejemplo: 1+1= 2; 13+21=34. Este cálculo se aplicó a la geometría y, posteriormente, al arte. Podemos encontrar la divina proporción en muchas obras de arte. Una de las más conocidas es el Nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli; o el Hombre de Vitruvio, de Leonardo Da Vinci.
La proporción áurea en medicina estética
¿Se puede medir la belleza? Aunque los cánones estéticos cambien a lo largo del tiempo, lo cierto es que hay ciertas características que convierten a algo o a alguien en bello. La armonía o la simetría son algunos de estos rasgos, por ejemplo. Algunos estudios han demostrado, incluso, que los rostros considerados más atractivos son aquellos que sus partes tienen una longitud que se ajusta a las medidas de la razón áurea. Los pacientes que acuden a la medicina estética normalmente buscan suavizar rasgos y otorgar armonía y proporción a sus cuerpos o a sus facciones.
Leonardo Da Vinci realizó el dibujo del hombre para el libro La Divina Proporción del matemático Luca Pacioli. En este libro se define que la relación entre la altura del hombre y la distancia desde el ombligo a la mano corresponde al número áureo. En el cuerpo humano, podemos encontrar este número en diversas medidas: la relación entre las falanges de los dedos o la relación entre la longitud de la cabeza y su anchura.
No es raro pensar que la medicina estética, cuyo objetivo es perfeccionar la belleza del cuerpo humano, se base en la divina proporción para alcanzar los resultados perfectos.