Tipos de apego en la infancia
La infancia es uno de los momentos de la vida de las personas donde más cambios de producen, a todos los niveles. Los niños y las niñas deben interiorizar poco a poco todo aquello que les prepara para la adolescencia y la adultez. Uno de los factores más importantes para el desarrollo psicológico de los más pequeños es el apego, el vínculo emocional y conductual. Hoy vamos a hablar acerca de los tipos de apego en la infancia y su importancia para el bienestar de los infantes.
Matricúlate en el máster en inteligencia emocional infantil y juvenil y aprende los diferentes métodos de gestión emocional en edades tempranas.
Índice de contenidos
¿Qué es el apego infantil?
El apego es una necesidad primaria y universal formado en los primeros tres meses de vida de un niño o una. Es el vínculo emocional, afectivo y conductual más importante en la primera infancia. Constituye un modelo interno de relaciones afectivas, que puede modificarse a medida que pasa el tiempo y a causa de las experiencias vividas posteriormente. Es la base de las relaciones afectivas y su mayor impacto tiene lugar durante los dos primeros años de vida. Si un niño no recibe apego en la etapa infantil, en la adultez tendrá dificultad para construir y mantener relaciones y para identificar emociones positivas y negativas, entre otros. Los niños y niñas necesita que alguien cuide de ellos para poder reconocerse a uno mismo. Las situaciones que atentan contra el vínculo emocional y afectivo de los niños, contra el apego, provocan la aparición de mecanismos de defensa.
¿Cuáles son las funciones del apego infantil?
- Buscar el afecto de la madre, el padre o ambos y mantener la proximidad.
- Resistir la separación y protestar en caso de que se produzca. Si los padres del niño se separan, hay más probabilidad de que desarrolle problemas de conducta y ansiedad.
- Crear una sensación de seguridad para que el niño o niña explore el mundo físico y social. Le permite formar una idea clara sobre las personas de su entorno.
- El apego es apoyo emocional y proporciona bienestar.
Tipos de apego infantil
1. Apego seguro
El apego seguro corresponde a una figura, paterna o materna, que responde a las necesidades emocionales del infante. Es un tipo de apego muy beneficioso para el niño, ya que le permite comprender y regular los sentimientos y expresar sus emociones; además de buscar apoyo y proximidad en las personas que le rodean. Los niños que crezcan con apego seguro tendrán mejores habilidades sociales y se adaptaran mejor a las posibles separaciones.
Los padres y las madres pueden poner en práctica algunas medidas para garantizar que su hijo o hija goce de apego seguro:
- Fomentar la autonomía del niño o niña, transmitiéndole seguridad y confianza. El empoderamiento de los menos les proporcionará mejores habilidades y competencias a diversos niveles.
- Explicar con claridad las situaciones que el niño o niña no comprende.
- Respetar y favorecer que exprese sus emociones y empatizar con ellas. Los padres deben adaptarse a las necesidades de sus hijos, en la medida de lo posible.
- Ser predecibles y coherentes en lo que se dice y lo que se hace.
- Prestar atención y dedicar el tiempo necesario al niño. Este debe sentir receptividad y reciprocidad.
2. Apego ansioso-ambivalente
Este tipo de apego es característico de los padres y madres que muestran afecto hacia sus hijos pero no llegan a comprenderles del todo. No juegan mucho con él y tampoco tienen demasiado contacto con el bebé. En ocasiones pueden llegar a tener comportamientos egoístas y poco sensibles, y únicamente responden a las condiciones negativas del niño; por ejemplo, si se queja o si comete alguna “trastada”. A causa de ello, el infante muestra una ansiedad intensa y pueden llegar a tener graves problemas de ira. El niño se niega a acatar las reglas, ignora sus emociones y, durante la adolescencia, suele tener un comportamiento antisocial.
3. Apego ansioso-evitativo
Este tipo de apego es, probablemente, de los peores para el desarrollo psicológico de los infantes. Los padres se caracterizan por rechazar al niño, bajo la creencia de que todo lo que hace está mal. Son irresponsables y expresan conductas de cólera y rechazo de forma constante. El niño se convierte en un ser miedoso, que evita rechazos y castigos. Sin embargo, también son más agresivos. Puede suceder que el niño cargue un padecimiento constante a lo largo de su vida a causa de haber vivido un amor prácticamente inexistente. Esto desemboca en falta de autoestima, infravaloración y problemas para relacionarse con otras personas.
4. Apego ansioso-desorganizado
Este tipo de apego es muy perjudicial, y se da cuando los padres o madres maltratan física y psicológicamente a sus hijo o hija, le manipulan o emplean prácticas abusivas para educarle. En este caso, el niño se siente abandonado, desprotegido, utilizado y violentado. Sin embargo, se aproxima a su figura de apego, pero con temor. Es habitual que, en la adultez, desarrollen graves problemas de conducta, agresividad, trastornos generalizados de ansiedad y trastornos de personalidad.