Consejos básicos para empezar a meditar
¿Quieres empezar a meditar? Sabemos que no es una tarea fácil. Con tanto ajetreo diario, responsabilidades, preocupaciones y demás, dejar la mente en blanco y relajarse es muy complicado. Además, una vez lo hemos conseguido, perder la concentración es muy fácil. Sin embargo, poco a poco y si practicamos como es debido, conseguiremos meditar apenas sin esfuerzo. En este blog te damos algunos consejos para meditar si eres principiante, ¡toma nota!
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Los beneficios de la meditación
La meditación tiene muchos beneficios para la salud de las personas, y una de sus principales ventajas es que cualquier persona puede meditar, independientemente de su edad, género o condición social, entre otros. Es una práctica existente desde hace cientos de años, pero en occidente se ha popularizado en los últimos años. A pesar de que muchas personas aún conciben la meditación como “cosas de hippies”, lo cierto es que su popularidad se debe a que se ha demostrado con claridad que ayuda a reducir estados de estrés y ansiedad y permite que la mente conecte con el presente. Por esta razón, se practica cada vez más en empresas, escuelas y hospitales; junto a otras disciplinas como el mindfulness o el coaching.
La meditación permite entrenar la mente, desarrollar la atención plena y gestionar estados ansiosos y pensamientos obsesivos. Si meditamos con frecuencia, estas capacidades dejan de ser meros estados mentales pasajeros y pasan a convertirse en hábitos.
Trucos para empezar a meditar
- Controla la respiración. Respirar de forma consciente conecta nuestro cuerpo con nuestra mente, y nos sitúa en el momento presente. Para iniciarnos en la meditación podemos empezar por aprender a controlar la respiración. Inhala durante 3 segundos y exhala durante 4 a 6 segundos. Observa las sensaciones de tu cuerpo al respirar: el aire entrando y saliendo por la nariz, los pulmones llenándose y vaciándose. Fíjate hacia dónde va y por dónde sale.
- Un espacio cómodo. Para meditar y mantener la concentración es muy importante que el espacio sea cómodo, silencioso y libre de distracciones. Vístete de forma cómoda y busca un lugar tranquilo. Lo ideal es que medites en posición de loto en un cojín o en una silla, es decir, con las piernas cruzadas y con cada pie encima del muslo opuesto. Puede que al principio sea incómodo, así que procura mantener la espalda siempre recta.
- Poco a poco. Para las personas que se inician en la meditación, puede resultar complicado mantener la concentración durante varios minutos. Empieza por meditar durante un minuto y centrar toda tu atención en esta práctica. Poco a poco, podrás ampliar la meditación a cinco minutos, diez, quince… Haz que sea progresivo, recuerda que la mente también hay que entrenarla.
- No tengas miedo a fallar. Perder la concentración es muy habitual, y más al principio. Los errores, las caídas y los fracasos forman parte de cualquier proceso de aprendizaje, por lo que no te preocupes si al principio te resulta difícil “dejar la mente en blanco” o concentrarte una vez lo has conseguido. Despacio y buena letra.