Guía básica para entender las características de los protectores solares
Mañana inicia el verano y con él llegan las horas de sol cargadas de calor, las vacaciones (para muchos) y las escapadas a la playa o a la montaña. Como ya sabrás, un indispensable para protegernos de los rayos del sol son los protectores solares. Y aunque se tiene la creencia de que solo deben usarse en época veraniega, lo cierto es que debemos aplicárnoslos cada día del año.
A la hora de elegir un protector solar no hay que conformarse con solo comprar el primero que veamos, sino que se debe prestar atención al formato, a los ingredientes, a los métodos de uso y más. Por lo tanto, ya sea como usuario o como futuro técnico en farmacia, en este post vamos a explicarte cuáles son las características de los protectores solares, incluyendo sus ventajas, clasificación y componentes.
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Índice de contenidos
¿Qué son los protectores solares?
Los protectores solares son productos de parafarmacia que reducen o impiden la penetración de los rayos ultravioletas (UV) del sol en la piel. Como habrás visto, en el embalaje de los protectores solares vienen indicadas las siglas SPF (Solar Protection Factor) y unos números. Estos indican la capacidad para bloquear las radiaciones, por lo que, cuanto mayor sea el SPF, más protección ofrecerá.
Asimismo, debes saber que los protectores solares pueden ser físicos, químicos o biológicos y deben usarse todos los días del año, sobre todo en pieles que padecen alguna afección dermatológica o pieles sensibles, así como personas de cualquier rango de edad.
¿Cómo interpretar los SPF de un protector solar?
Hay dos maneras de entender cómo funcionan los SPF. La primera de ellas es a través de porcentajes. Por ejemplo, si un protector solar con SPF 15 bloquea un 93% de los rayos UV, otro con SPF 30 bloquea el 97% mientras que el de SPF 50 bloquea el 99% de los rayos del sol.
También se puede interpretar como un indicador del tiempo en el que puede exponerse la piel sin dañarse o enrojecerse. Por ejemplo: si tu piel tarda 15 minutos en empezar a ponerse roja, con un protector solar de SPF 10 tardará 150 minutos (15×10= 150).
Así pues, no existe ningún protector solar que bloquee al 100% todos los rayos UV e, independientemente de sus SPF, deben reaplicarse cada dos horas, pues pierden su eficacia y más cuando hay sudor y agua de por medio.
¿Qué diferencia hay entre UVA y UVB?
Con tantas siglas de por medio es normal no saber interpretarlas, pero aquí estamos para explicártelo. Los rayos UVA y UVB perjudican a la piel, pero las afecciones que provocan son diferentes:
- Rayos UVA: tienen menos energía que los UVB, pero su penetración en la piel es más profunda, por lo que son los responsables del fotoenvejecimiento, las manchas, las alergias solares e incluso del cáncer de piel.
- Rayos UVB: tienen más energía que los UVA, pero solo llegan a la capa superficial de la piel. Son los rayos que nos broncean, pero también provocan quemaduras y cáncer de piel.
Es importante fijarse que los protectores solares protejan de ambos rayos.
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¿Qué ingredientes tiene un protector solar?
Por norma general, los protectores solares contienen óxido de zinc (zinc oxide) y dióxido de titanio (titanium dioxide), pues actúan como barrera protectora ante los UV y no son perjudiciales para el medio ambiente y la salud. Asimismo, otros componentes que seguramente leerás en las etiquetas son:
- Oxybenzone.
- Dioxibenzona.
- Sulisobenzona.
- Metil antranilato.
- Retinyl palmitate (palmitato de retinol).
Según diferentes estudios de algunas organizaciones, como Ecologistas en Acción o Environmental Working Group (EWG), se ha afirmado que hay componentes químicos de los protectores solares que pueden ser altamente tóxicos y perjudiciales para la salud y el ecosistema marino. Concretamente:
- Oxybenzone.
- Ethylhexyl methoxycinnamate (octinoxato, metoxicinamato de octilo u OMC).
- Octinoxate (octilmetoxicinamato).
- Octocrylene (octocrileno).
- Octisalate (ethylhexyl salicylate).
- Retinyl palmitate (palmitato de retinol).
- 4-Methylbenzylidene camphor (4-metilbencilideno alcanfor, 4MBC).
- Homosalate.
- PABA (ethyl-4-aminobenzoate, benzocaína) y OD-PABA (ácido octil dimetil aminobenzoico).
Por lo tanto, es importante leer siempre las etiquetas de los productos y saber interpretarlas, pues además de perjudicar al medio ambiente, podemos evitar exponernos a riesgos que no solo afectan a la piel, sino también a nivel endocrinológico u hormonal.
Asimismo, es mejor escoger aquellos que contengan aceites vegetales en vez de fragancias artificiales, y los especialistas recomiendan los protectores solares en crema o loción, pues los aerosoles suelen ser menos efectivos y poco amigables con el medio ambiente.
¿Cómo se clasifican los tipos de protectores solares?
Hoy en día, el mercado ofrece un amplio abanico de productos y formatos para protegernos del sol. Ante esta variedad es habitual que cueste tomar una decisión a la hora de escoger el mejor protector solar para cada tipo de piel. Por este motivo, aquí te facilitamos una clasificación sobre los tipos de protectores solares, basada en la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Toma nota:
Según su composición
- Protectores solares físicos. Se encargan de dispersar y reflejar la radiación a través de componentes como el óxido de zinc y el dióxido de titanio.
- Protectores solares químicos. Absorben la radiación y la transforman en energía que no afecta a la piel.
- Protectores solares biológicos. Están compuestos de ingredientes de origen natural, como flavonoides, polifenoles o antiocianinas, así como extractos de plantas, como el aloe vera que calma la piel.
- Protectores solares mixtos. Estos mezclan componentes de los protectores solares físicos y de los químicos, con un amplio espectro de protección que incluye rayos UVA, UVB e infrarrojos.
Según su formato
Otra clasificación muy común de los protectores solares es la basada en el formato. Estos suelen presentarse como gel o emulsión (base líquida), cremas (semilíquida), barras (sólida), sprays o brumas (aerosoles), aceites, etc.
Como ves, los protectores solares son uno de los productos de parafarmacia básicos en cualquier rutina de cuidado de la piel. Así que, si quieres enfocar tu futuro profesional hacia el ámbito de la industria farmacéutica, no dudes en matricularte en el curso técnico de farmacia y parafarmacia de Sefhor. Accederás a un mercado laboral en constante demanda de profesionales especializados en salud y bienestar.