Peligros de la hipnosis que no debes ignorar
Los peligros de la hipnosis es un tema del que se habla poco, pero que despierta mucha curiosidad. La hipnosis puede parecer una técnica fascinante, casi mágica, capaz de influir en la mente hasta niveles que desconocemos. Y aunque es una herramienta utilizada en terapia, también conlleva riesgos si se aplica sin profesionalidad, sin conocimiento o sin los límites adecuados. ¿Te has preguntado alguna vez qué puede pasar dentro de tu cerebro mientras estás hipnotizado y cuáles son los peligros que pueden surgir? Entonces sigue leyendo, porque lo que descubrirás puede cambiar tu perspectiva para siempre.
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¿Qué ocurre en el cerebro durante la hipnosis?
Durante la hipnosis, el cerebro entra en un estado peculiar: no estás dormido, pero tampoco completamente despierto en el sentido tradicional. Se trata de un estado de conciencia alterada en el que algunas áreas del cerebro disminuyen su actividad, mientras que otras, relacionadas con la imaginación, la atención y la sugestión, se activan de forma notable. Es como si la mente redujera el ruido mental para dejar paso a un enfoque total en una idea, una orden o una percepción concreta.
Al mismo tiempo, regiones del cerebro vinculadas al pensamiento crítico y la toma de decisiones se relajan. Esto permite que las sugestiones del hipnotizador tengan mayor impacto, ya que la persona hipnotizada reduce sus filtros mentales habituales. Por eso, pensamientos, sensaciones e incluso emociones pueden modificarse bajo influencia hipnótica. Este mecanismo explica por qué algunas personas pueden experimentar cambios de hábitos, recuerdos alterados o sensaciones físicas inducidas sin contacto real.
Por último, la hipnosis puede activar circuitos cerebrales relacionados con la memoria emocional. Esto significa que experiencias pasadas pueden aparecer con más fuerza, reinterpretarse o intensificarse. Esta capacidad es útil en manos expertas, pero peligrosa si quien guía la experiencia no sabe manejar estas emociones o evocar recuerdos sensibles. El cerebro, en hipnosis, está más abierto, más vulnerable y, en consecuencia, más influenciable.
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Tipos de peligros de la hipnosis
Aunque la hipnosis puede ofrecer beneficios terapéuticos cuando se aplica correctamente, existen riesgos reales si se realiza por personas sin formación, con objetivos poco éticos o sin un marco profesional claro. Es importante conocer estos peligros antes de someterse a cualquier sesión hipnótica.
Entre los principales peligros se encuentran:
Alteración de la memoria
Uno de los riesgos más comunes es la manipulación de recuerdos. La persona hipnotizada puede llegar a recordar cosas que nunca ocurrieron o reinterpretar eventos reales de manera distorsionada. Esto sucede porque la hipnosis abre la puerta a la sugestión, y cualquier mensaje, comentario o insinuación puede insertarse en la mente como si fuera auténtico. Esta alteración puede provocar conflictos familiares, problemas legales, traumas inventados o percepciones irreales difíciles de deshacer.
Dependencia emocional del hipnotizador
Cuando alguien entra en un estado de vulnerabilidad mental, puede generar una relación de dependencia hacia quien lo guía. El hipnotizado puede creer que sin esa persona no puede tomar decisiones, gestionar emociones o enfrentar situaciones cotidianas. Este tipo de vínculo no solo es peligroso, sino también dañino para la autoestima, ya que la persona pierde autonomía, poder personal y capacidad crítica. En manos equivocadas, esta dependencia puede utilizarse con fines manipulativos.
Reaparición de traumas o emociones intensas
Durante la hipnosis se pueden desbloquear emociones, miedos o traumas que estaban reprimidos. Si el profesional no sabe cómo canalizarlos adecuadamente, el paciente puede quedar emocionalmente expuesto, vulnerable o incluso experimentar ataques de ansiedad posterior. Reabrir heridas psicológicas sin una estructura terapéutica sólida puede generar caos emocional, malestar continuo y sensación de descontrol sobre la propia mente.
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Sugestión negativa o creencias limitantes
Bajo hipnosis, una persona puede aceptar como verdaderos mensajes que en estado consciente jamás aceptaría. Comentarios aparentemente inofensivos pueden convertirse en frases que condicionan la vida: “no puedes”, “no vales”, “no lograrás esto”. Estas sugestiones pueden arraigar profundamente y sabotear decisiones futuras, objetivos personales o proyectos importantes. La mente hipnotizada, sin una guía ética, es un terreno fértil para implantar límites artificiales.

